Los Casos.
Antes de iniciar el tratamiento este paciente ya había tomado la iniciativa de cambiar su régimen alimenticio, de descansar, de hacer ejercicio y de tratar sus niveles de stress y su depresión; factores que influyeron en su recuperación previa a la cita médica. También por iniciativa propia se hizo las pruebas de CD4 y Carga Viral durante su estancia en Estados Unidos cuando trabajaba como voluntario con enfermos de SIDA y cáncer. Durante esta estancia es testigo de los efectos que los anti-retrovirales tienen a largo y corto plazo en el organismo y decide de manera independiente jamás someterse al tratamiento con este tipo de medicamentos, a pesar de que varios médicos le habían sugerido iniciarlo cuanto antes. A la fecha el paciente se encuentra en buen estado de salud.
2. Anónimo por recuesta del paciente. (México): Su valoración se realizó por medio de internet y a nivel personal durante dos días en el 2001. Médico ginecobstetra de 41 años, homosexual y diagnosticado como cero-positivo en 1999. Los resultados de las primeras pruebas a las que este paciente se sometió en los Estados Unidos fueron estos: CD4 11, CV > 500, 000 copias. Presentaba un cuadro de enfermedades oportunistas; candidiasis, herpes simple, citamegalovirus en el aparato digestivo y molusco contagioso. Comenzó a recibir tratamiento con los anti-retrovirales Combivir y Crixivan, ocasionando estos un cuadro de anemia hemolítica a causa de la cual el paciente tuvo que recibir 6 transfusiones de sangre. Después el coktail fue cambiado a la combinación de Sustiva, Abacavir y Epivir, suspendiéndolo al segundo mes y sustituyéndolo con Kaletra, Epivir y Zerit, con una duración aproximada de 7 meses y con los siguientes resultados en sus pruebas de laboratorio; CD4 270 y CV indetectable.
Al iniciar el paciente el nuevo tratamiento, éste suspende toda ingestión de medicamentos anti-retrovirales, cambia dieta e inicia un régimen de condicionamiento físico. Nuevas pruebas de laboratorio indican un resultado positivo para herpes genital. Se inicia también un tratamiento con ácido lipoico, vitamina C y transfer factor. Es importante subrayar que la información otorgada a este paciente sobre la teoría no viral y las nuevas perspectivas de tratamiento clínico jugaron un rol tan importante como el del cambio de dieta y de régimen físico. En cada uno de los pacientes tratados en este estudio el aspecto psicológico de la enfermedad fue cuidadosamente monitoreado, pues se confirmó que en cada uno de ellas y ellos su actitud frente a la enfermedad podía causar un cuadro de inmunodepresión. Hasta la fecha este paciente se encuentra en buen estado de salud.
El tratamiento que se le aplica a este paciente es el mismo que se le sugirió a los dos pacientes anteriores; cambio de dieta y régimen físico, ingestión de ácido lipoico y multivitamínicos y sumo cuidado en sus niveles de stress y depresión. Hasta la fecha el paciente se encuentra en buen estado de salud.
4. R. I. (México): Valoración por internet y personal durante dos días. Homosexual de 30 años diagnosticado como cero-positivo en julio del 2001 presentando estos resultados de laboratorio: CD4 150, CV 135 000. El paciente acude a CONASIDA en donde le informan que los nuevos tratamientos con los cockteles de anti-retrovirales le prolongarían la vida con “un poco más de calidad”. Incluyo el testimonio de este paciente para que se logre entender el dolor por el que ellos y ellas pasan al iniciar el tratamiento con los anti-retrovirales:
“Padecer los efectos de los medicamentos es otro asunto que no le da a nuestra vida mucha ‘calidad’. No se imagina la nausea y malestares que me han ocasionado estos medicamentos. Me agarró una tos desde febrero que para el verano no se me quitaba. Yo creía que había contraído tuberculosis (de hecho no se si fue así o no). Después se me inflamó un ganglio en la ingle izquierda y tuve que ser hospitalizado durante tres días. También padecí una infección estomacal después de haber tenido ‘algodoncillo’ en la boca.”
En el Hospital de Nutrición en México D.F. le administran el cocktail con esta combinación; Saquinavir, 3TC y AZT. Es importante indicar que su cuadro de inmunodeficiencia lo presentó previo a su diagnosis como cero-positivo, pero también es importante señalar que estos síntomas continuaron y se agravaron después de que el paciente inició el tratamiento con anti-retrovirales.
Al iniciar el nuevo tratamiento, el paciente suspende toda ingestión de anti-retrovirales y se le indican los cambios de dieta con complementos de antioxidantes y los cambios en su régimen de condicionamiento físico. Como en los previos pacientes, estas indicaciones lo llevarán a un óptimo funcionamiento de su sistema inmunológico. A la fecha el paciente se encuentra en buen estado de salud.
El paciente es remitido a Seguridad Social en donde se le realizan las pruebas de Carga Viral y recuento de Células T4, obteniendo estos resultados: CV; 400 000 copias, T4; 174. Inicia un tratamiento con esta combinación de anti-retrovirales; Ziagen, Epivir y Viracept. Porque sus médicos lo consideraron encontrarse en una situación de alto riesgo lo sometieron a un tratamiento profiláctico que incluía Lederfolin y Septrim Forte. Debido a sus problemas estomacales también se le recetó Omeoprazol. A la segunda semana de ser iniciado el tratamiento se le tuvo que sustituir el Ziagen debido a problemas de irritación en la piel. Se le cambió la combinación de anti-retrovirales por una de Combivir y Viracept continuando con los profilácticos. Debido a que más adelante el paciente sufre de problemas de garganta, se le recetan antibióticos y desinflamatorios. La ingestión en el número de pastillas que el paciente toma diariamente va en constante aumento agudizándole sus problemas estomacales. Sufre de mareos, asco y toda una serie de efectos colaterales. Incluyo el testimonio del paciente para de nuevo subrayar sobre los efectos secundarios que los cocteles tienen en el organismo:
“Como podrá usted observar, el haber sido diagnosticado como cero-positivo me ha llevado a vivir dependiendo de fármacos que pienso que en lugar de contribuir a mejorar mi salud la están deteriorando. Siento que mi cuerpo ya no soporta más medicamentos y mi estómago cada vez funciona de peor manera al mismo tiempo que pierdo peso y mi estado emocional empeora”.
Al iniciar el nuevo tratamiento inmediatamente se le suspende toda medicación con anti-retrovirales. Se le indican los cambios de dieta y en hábitos de condicionamiento físico que se le sugieren a todos los pacientes. Debido a que el paciente ya se había informado acerca de la teoría no viral previo a la cita, tiene una mayor receptividad hacia las posibilidades del nuevo tratamiento. Se le tratan sus problemas de desnutrición, stress y depresión que el paciente venia exhibiendo previos a su diagnóstico como cero-positivo. Su cuadro de depresión es agudo y el paciente me informa que viene sufriéndolo desde hace ya tres años. Se le tratan también la toxoplasmosis y el citamegalovirus que también el paciente había exhibido previos a su diagnóstico como cero-positivo.
En comunicación por internet, el paciente me informa que en efecto, continúa con su abandono de toda ingestión de medicamentos anti-retrovirales y que se ha puesto bajo el cuidado de un naturópata que comparte la idea de que el SIDA no es causado por el VIH. Me informa que todavía sigue teniendo fiebres y que su pérdida de peso continúa, más él esto lo atribuye a un proceso de desintoxicación. Sigue exhibiendo cuadros de tipo viral como gripes y sinusitis y sigue teniendo problemas estomacales, más se siente satisfecho pues al menos se ha librado de los efectos secundarios que los anti-retrovirales tenían en su organismo. Al momento del último contacto el paciente exhibía un cuadro de relativa mejoría. Más el contacto con el paciente se pierde y no se puede continuar un monitoreo estricto de su proceso de desintoxicación. Es también un factor de alto riesgo que el paciente nunca se trata su cuadro de depresión.
Como comenté más arriba, en cuestiones de salud no hay salidas fáciles. El hecho de que el paciente crea entender que el Síndrome de Inmunodeficiencia no es causado por el retrovirus VIH, no quiere decir que este simple acto de fe ciega lo pueda llevar a ella o a él a una recuperación. Para que el sistema inmunológico de cualquier paciente se recupere de años y años de automedicación, mala dieta, adicciones y demás abusos, lleva tiempo. Tanto el paciente como el médico deben aprender a tener paciencia y como también lo mencioné más arriba; la salud no es una receta, es una disciplina.
Al iniciar el nuevo tratamiento se ordenan nuevos exámenes de laboratorio y coprocultivo obteniendo resultados positivos para salmonela/ scherichia coli. Se trata la salmonela con Ciproxina durante 10 días. Se le ordena al paciente un cambio de dieta debido al cuadro de aguda desnutrición que exhibe. También se evita que el paciente inicie todo tratamiento con anti-retrovirales. Hasta la fecha el paciente ha exhibido un cuadro de franca recuperación clínica. Su caso es de especial interés para este estudio, pues él representa al grupo de pacientes cuyo cuadro de inmunodeficiencia no se debe al abuso de drogas ni al de los efectos secundarios de los anti-retrovirales en su organismo. Su inmunodepresión venía siendo causada por una pésima dieta, por infecciones en el sistema digestivo y por un cuadro combinado de stress y depresión. Incluyo parte de su testimonio para aclarar este punto:
“Mi alimentación desde que tengo uso de razón ha sido un desastre. Vivo en un área geográfica de México que no creo sea muy distinta a otras, donde la mayoría de la gente fuimos acostumbrados desde nuestra niñez a la comida fácil: tacos, tortas, enlatados, embutidos, comida chatarra, guisos grasosos y sin higiene.”
La desnutrición es una de las principales causas de inmunodepresión hoy en día. Sobre todo en los países del llamado Tercer Mundo. A un problema de salud que tiene causas económicas, políticas y culturales se le trata de adjudicar una causa con orígenes virales. Uno de los objetivos de este estudio es aclarar este malentendido: lo que necesitamos en África, Latino América y Asia no son más medicamentos anti-retrovirales sino más fondos para realmente solucionar problemas básicos de salud que llevan a millones de personas a la muerte por lo que en el llamado Primer Mundo consideran enfermedades superadas. Y pregunto: ¿Superadas para quién?
7. Anónimo por recuesta del paciente (Venezuela): Valoración a través de Internet. Mujer heterosexual de 35 años. En 1995 ella y su novio realizan un viaje a Estados Unidos donde se hicieron varios exámenes médicos incluyendo la prueba del SIDA. Ya de vuelta en Venezuela la pareja recibe los resultados de los exámenes los cuales indican que salieron ‘positivo’ para el VIH. Debido a que nunca se habían hecho pruebas de este tipo, interpretan estos resultados de manera positiva, es decir; ambos pensaron que NO estaban infectados por el VIH. Seis años más tarde la paciente se entera por Internet que ese resultado no tiene nada de positivo. Alarmada, primero contacta al Dr. Giraldo y después contacta al Dr. Flores. Lo único positivo en este malentendido lingüístico, es que ni ella ni su pareja se sometieron a ningún tratamiento con anti-retrovirales.
Tanto el Dr. Giraldo como el Dr. Flores le reafirman que su status de cero-positividad nada tiene que ver con su actual estado de salud, más ambos le recomiendan reforzar todos los aspectos concernientes al óptimo funcionamiento de su sistema inmunológico. La paciente acude a su ginecólogo en Venezuela y en las pruebas de laboratorio le detectan el hongo Torulopsis Glabrata (por primera vez). Ella expresa dudas de si esta infección se debe al VIH.
Al momento de iniciar el nuevo tratamiento con suplementos de ácido lipoico e indicaciones dietéticas, la paciente nunca ha tomado anti-retrovirales. Tampoco padece de desnutrición y hace ejercicio regularmente. Se comunica de manera constante a través de Internet, facilitando el monitoreo de su perfil psicológico tan necesario en todos los pacientes incluidos en este estudio. En sus antecedentes clínicos el aspecto más importante es que previo a su prueba de ELISA, la paciente padeció hepatitis. Le comunica al Dr. Flores su deseo de casarse y de tener un hijo. Sus controles ginecológicos están en orden y mantiene una sola pareja desde
8. Familia anónima. (País no especificado por respeto a la familia de la paciente): Valoración a través de Internet, por vía telefónica y a nivel personal durante 6 semanas en Sudamérica (4 semanas la primera vez y 2 semanas la segunda). La madre, el padre y la hija recién nacida, cada uno de ellos en su momento, fueron diagnosticados como cero-positivos. El padre presentó un cuadro de hepatitis en 1982 siendo diagnosticado como cero-positivo en
En el año 2000 la pareja decide tener un hijo. Contactan a Christine Maggiore quién los refiere al Dr. Juán Flores en México. El Dr. Flores les ayuda a reafirmar su idea de que no habría ningún problema en que una pareja cero-positiva tuviera un hijo. El matrimonio se encuentra entusiasmado, pues conocen los casos de Christine Maggiore y de docenas más de madres cero-positivas, quienes en los Estados Unidos han dado luz a bebés completamente sanos y que continúan viviendo en buen estado de salud.
La madre se embaraza inmediatamente teniendo control prenatal por su ginecobstetra. Debido a una decisión tomada por la pareja, deciden tener un parto vaginal cuando todo indicaba una intervención quirúrgica por cesárea. Ese parto ‘natural’ tuvo un periodo expulsivo de mas de tres horas. Este hecho no le fue informado al Dr. Flores sino hasta unas semanas antes de que la bebé muriera debido a toda una serie de complicaciones. Inicialmente este parto ocasionó una flebitis severa en la pierna derecha de la madre y un problema neumónico en la bebé del cual ella nunca se pudo recuperar.
Al mes de nacida la bebe fue internada por su pediatra, pues presentaba un cuadro de fiebre y era necesario desechar la posibilidad de meningitis. Ho hubo punsión lumbar y a los tres días la bebe fue dada de alta con un ‘rash’ virosico. Al tercer mes la recién nacida presenta un cuadro de insuficiencia respiratoria. Luego de tomar radiografías y más estudios terminó siendo internada con el siguiente diagnóstico; infección urinaria, pneumocystis carinii con hepato y esplenomegalia. A la semana de internamiento la bebé sufre un empeoramiento mecánico y tiene que pasar la siguiente semana en terapia intensiva dentro de un respirador.
Debido al status de cero-positividad de la bebé, los médicos infectólogos no cesan en presionar a los padres para que la inicien en un tratamiento con anti-retrovirales. El Dr. Flores interviene personalmente y obtiene un moratorium para que no se le administre ningún tipo de medicamento anti-retroviral a la bebé hasta no dejar que por si mismo su sistema inmunológico diera señales de recuperación. Sin anti-retrovirales la bebé se recupera y es dada de alta.
Pasan los meses y es necesaria una segunda visita por parte del Dr. Flores, pues la salud de la bebé ha empeorado. A su arrivo el Dr. Flores se da cuenta que ni él ni el pediatra de la bebé tienen ninguna autoridad para continuar la terapéutica clínica de manera estricta. Paralelo al tratamiento clínico los padres decidieron seguir un tratamiento homeópata y de medicina naturista sobre el cual el Dr. Flores y el pediatra no tuvieron ningún control. Fue durante esta segunda visita cuando el padre le informa al Dr. Flores que el parto de la bebé había sido vaginal cuando todo indicaba un parto por cesárea: debido a que la bebe fue expuesta a tres horas de periodo expulsivo, esto usualmente ocasiona daño cerebral, infecciones por bacteria, hongos o virus que pueden llevar a un grave deterioro neurológico e infeccioso en el o la recién nacida. Unas semanas después el Dr. Flores recibe la noticia por medio del pediatra de que la niña ha fallecido.
Aclaro que escribo esto con mucho dolor y sin la menor intención de señalar culpabilidades. En la introducción comenté que el paciente debe tener un rol más activo en el manejo de su salud, pero esto se tiene que hacer con un profundo conocimiento de causa y con mucha responsabilidad. Tanto el paciente como el médico caminamos sobre una cuerda floja entre dos grupos de extremistas ideológicos; aquellos que creen que la solución a todos nuestros problemas de salud se encuentra en la fabricación de drogas cada vez más potentes y tóxicas; y aquellos que creen que la solución es volver a una medicina casi prehistórica que niega todos los logros concretos de la medicina científica. Es de crucial importancia que se encuentren puntos de encuentro entre la medicina científica y la medicina tradicional. Fue la inhabilidad de caminar sobre esta cuerda floja la que llevo a la muerte a esta preciosa niña.
En marzo del 2001 el paciente presenta un nuevo cuadro de enfermedades oportunistas; candidiasis en glande, debilidad, perdida de peso con un CD4 de 220 y una CV de 115 000. En julio del 2001 inicia un nuevo tratamiento con anti-retrovirales: Ritinavir, 2 cápsulas diarias; Indinavir, 4 cápsulas diarias; Estabudina, 2 cápsulas diarias; Lamibudina 2 comprimidos diarios, todo prescrito por médicos del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social).
Al iniciar el nuevo tratamiento se ordenan pruebas de laboratorio que dan como resultado un perfil hepático alterado (transominasas y fosfatasa alcalina). Se le indican al paciente los cambios de dieta y de régimen físico comunes al tratamiento. Se considera que la ingestión de ácido lipoico, polivitamínicos y vitamina C son esenciales para que el paciente se recupere. El contacto paciente-médico no se rompe (como en algunos de los otros casos) y el monitoreo de su proceso de recuperación se facilita. Hasta la fecha el paciente goza de buena salud.
10. Feliciano, Maritza. (Puerto Rico): Valoración a través de Internet, por vía telefónica y a nivel personal durante dos semanas. Mujer heterosexual de 32 años diagnosticada como cero-positiva en 1999. Como consecuencia de esta diagnosis pierde su trabajo. Su ‘cero-positividad’ es captada cuando ella intenta donar sangre. Padece una infección de varicela previa a esta diagnosis y es vacunada contra influenza y hepatitis. Inicia tratamiento con anti-retrovirales durante seis meses padeciendo intensos efectos colaterales; diarrea, depresión, trastornos hematológicos y anemia.
Acude a México para iniciar el nuevo tratamiento acompañada por su pareja. Se le realizan exámenes de laboratorio que presentan estos resultados; negativo para herpes pero positivo para varicela. Se le indican los requeridos cambios en sus hábitos alimenticios con complementos de antioxidantes y se le tratan la varicela y su cuadro de depresión aguda. Abandona toda ingestión de medicamentos anti-retrovirales.
Esta paciente es un ejemplo de una relación paciente-médico ideal; tanto ella como su pareja han mantenido el contacto durante los últimos tres años, hecho que ha facilitado el monitoreo de su proceso de desintoxicación y de la posibilidad de cualquier recaída por factores tanto fisiológicos como psicológicos. Por medio del Dr. Flores establecen contacto con el Dr. Mohamed Al-Bayati para estudiar la posibilidad de establecer una demanda contra las compañías farmacéuticas que producen los medicamentos anti-retrovirales que le ocasionaron inmunodepresión y casi la muerte. Hasta la fecha la paciente se encuentra en buen estado de salud.
Realiza un viaje de negocios a África para el cual toma medicinas contra la malaria acompañadas de complementos vitamínicos y cápsulas antivirales. A los pocos días de viaje sufre de diarrea y se contagia de gripe. Toma immodium y la gripe y la diarrea desaparecen. A su regreso a Estados Unidos el paciente comienza a presentar problemas gastrointestinales con diarrea y coloramiento blanco en la lengua. El paciente le comenta al Dr. Flores que estando en África leyó un panfleto en donde estos síntomas eran considerados como típicos de los comienzos del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Es importante señalar que en algunas regiones de África solo basta con presentar los síntomas del Síndrome de Inmunodeficiencia para que ella o él se consideren como ‘infectados’. Existen razones político-económicas detrás de este hecho. Es tal la ansiedad en el paciente que decide ir a México para iniciar el tratamiento.
Cuando la terapia se inicia se ordenan pruebas de laboratorio que dan resultado positivo para la malaria. Se le recomiendan los cambios de dieta con complementos de ácido lipoico y se le tratan los síntomas específicos referentes a su infección a la malaria. El paciente sigue las indicaciones del tratamiento al pie de la letra y ha mantenido el contacto desde 1999. Esto ayuda a que su proceso de desintoxicación y cualquier posibilidad de recaída sean monitoreados de cerca. Quisiera aclarar que es este paciente el responsable de que se estableciera el contacto con el Dr. Mohamed Al-Bayati debido a sus contribuciones económicas. Sin su labor Clinical Trials in AIDS Patients y esta investigación nunca hubieran visto la luz del día. Es gracias a gente como él que este movimiento de pacientes y médicos considerados disidentes por pacientes y médicos considerados ortodoxos crece día a día. La hipótesis que establece que el Síndrome de Inmunodeficiencia es causado por el retrovirus VIH será deconstruida paciente por paciente.
Conclusión.
Al terminar la narración de la mayoría de los casos incluidos en este trabajo escribo; “hasta la fecha él o la paciente gozan de un buen estado de salud”. En algunos de ellos trato de explicar las razones por las cuales el paciente todavía se encuentra enfermo o él o ella, trágica e innecesariamente, han muerto. Repito lo dicho en el principio de este documento: la salud no es una receta; es una disciplina.
Después de tratar a más de 200 pacientes en los últimos cinco años he comprobado que aquellos que siguieron los requerimientos del tratamiento cuyo paradigma considera que el Síndrome de Inmunodeficiencia no tiene causas virales, sobrevivieron. Aquellos pacientes que trataron de tomar atajos ideológicos y siguieron siendo víctimas de sus adicciones a drogas legales o ilegales continuaron con sus cuadros de inmunodepresión o murieron. Lo repito una vez más: la salud no es una receta; es una disciplina.
El Síndrome de Inmunodeficiencia existe; es perfectamente real. Todo depende de si el médico y el paciente deciden si éste tiene causas virales o no. Después de tanta muerte, dolor y salud conquistada, llegué a la conclusión de que la inmunodeficiencia es un problema médico que tiene alcances filosóficos. Toda persona antes de morir sufre de inmunodepresión. Todos mis pacientes en algún momento pensaron que iban a morir. Algunos murieron. Todos ellos y ellas, desde distintas tradiciones y culturas le trataron de otorgar un sentido a este proceso entrópico. Pero la muerte siempre está más acá y más allá de la metáfora. Paradójicamente, de manera muy natural, tratamos de metaforizar nuestra muerte. Más nuestro cuerpo no es una metáfora; es demasiado real y siente placer, dolor y eventualmente muere. Nuestro cuerpo siempre se queda atrapado entre su significado y su significante: nuestro cuerpo es una nube de sensaciones condenada a disolverse y renacer. Nosotros somos esa nube.
Tanto los pacientes como los médicos leemos entre líneas las circunstancias político-económicas del mundo, las teorías ortodoxas o disidentes y los síntomas demasiado reales de aquellas personas que padecen inmunodepresión. Aquellos pacientes y médicos que se esfuerzan por ir más allá de la información que les es dada a través de los medios, sobreviven. Los que no se esfuerzan, se vuelven un número más en las estadísticas de
En última instancia esta es la opción: tanto el paciente como el médico deben decidir si desean devenir un número más en las estadísticas de las instituciones totalitarias arriba mencionadas o convertirse en una vida llena de posibilidades. Esta es la opción. Ni más ni menos: Tú decide.
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