Carta del Dr. Roberto Giraldo como respuesta al hecho que algunos disidentes no comprendían que, a pesar que sabemos que el VIH no existe, consideramos que un seropositivo tiene una alta oxidación celular y eso es lo que las pruebas miden indirectamente:
(se omitieron los nombres)
Les recuerdo que desde 1965 he estado trabajando (con mis manos) con pruebas serológicas para muchos agentes infecciosos (verdaderos y no verdaderos) y desde entonces he estudiado la información científica disponible sobre pruebas serológicas. Por el afecto que les tengo, intentaré nuevamente aclararles lo siguiente:
1) Las pruebas de ELISA y de Western blot con que se diagnostica mundial y oficialmente la llamada “seropositividad para VIH” son pruebas serológicas, es decir, son pruebas que en el laboratorio detectan reacciones químicas entre antígenos y anticuerpos. La arbitrariamente llamada prueba de “carga Viral” es una prueba de ingeniería genética que detecta copias de fragmentos de acido nucléico (ARN), pero esta prueba no se usa regularmente para diagnosticar “infección por VIH”.
2) Para las pruebas serológicas el laboratorio debe tener por lo tanto antígenos para poder intentar reacciones químicas con supuestos anticuerpos presentes en el suero de la persona chequeada. Una reacción positiva o seropositiva indica la presencia de un número suficiente de anticuerpos, número que no existe (por alguna razón) en las personas seronegativas.
El laboratorio debe tener además copias de ARN como reactivo para la prueba de “carga viral”.
3) Las Compañías Farmacéuticas fabrican antígenos proteicos que usan como Reactivos de Laboratorio en las pruebas serológicas. Esos antígenos provienen de proteínas encontradas en los cultivos de linfocitos que ellos creen estar infectados con VIH.
Es necesario utilizar estimulantes de cultivo como la fitohemaglutinina y otros químicos, todos conocidos de causar estrés oxidativo a las células cultivadas (linfocitos), como ha sido explicado en varias oportunidades por el Grupo de la Dra. Eleni Papadopulos, por otros de nosotros y aún por investigadores que defienden al VIH.
Además de proteínas, los cultivos estresados liberan al caldo de cultivo fragmentos de ARN y microvesículas, todos productos del estrés celular, estas últimas frecuentemente confundidas con retrovirus.
Las proteínas son utilizadas como antígenos en las pruebas de ELISA y de Western blot y los fragmentos de ARN, se usan como moldes genéticos en la prueba de “Carga Viral”. Fotografías de las microvesículas observadas en los linfocitos cultivados son usadas por los ortodoxos como si fuesen “fotos del VIH”.
El grupo de Dourmashkin fue el primero en demostrar que todo cultivo de linfocitos ya sea mezclado con sangre de personas con SIDA o sea solamente de linfocitos normales, cuando se estresa con estimulantes de cultivo (agentes oxidantes) libera las mismas microvesículas.
Los defensores del VIH creen que esas proteínas y que esos fragmentos de ARN son partes del VIH desintegrado (pero jamás han sido extraídas de partículas virales enteras). Los defensores del VIH, creen y defienden, por lo tanto, que los anticuerpos detectados en las pruebas serológicas sean anticuerpos contra antígenos del VIH y que las copias de ARN detectadas en la prueba de “carga Viral” sean copias del ARN del VIH.
Es interesante e importante notar que en el laboratorio cuando se agrega a los cultivos de linfocitos agentes antioxidantes, los cultivos no liberan nada: ni proteínas, ni fragmentos de ARN, ni microvesículas. Es decir, que lo liberado es producto del estrés celular y que ese estrés puede ser inhibido con agentes antioxidantes.
Para entender que las proteínas (antígenos), que los fragmentos de ARN y que las microvesículas nada tienen que ver con VIH, sugiero (nuevamente) estudiar el artículo que escribí con el profesor Etienne de Harven en 2006: “Las pruebas para VIH no pueden diagnosticar la infección VIH”, pero en mis libros he explicado lo mismo muchas veces con las debidas referencias científicas.
Anteriormente, en las décadas de los 80 y 90 las pruebas de anticuerpos tampoco estaban muy estandarizadas ni eran reproducibles con respecto al VIH. Eran, por sí mismas, un sinsentido, porque significaban diferentes cosas en diferentes individuos, en diferentes laboratorios y en diferentes países como lo explico claramente el Grupo de Perth en 1993. Eran interpretadas de forma diferente en los Estados Unidos, Rusia, Canadá, Australia, África, Europa y América del Sur. Para confirmar esta afirmación toca estudiar las publicaciones al respecto de los CDC, de la OMS y de la ONUSIDA (Referencias en mis libros y publicaciones), lo que significaba que una persona que era positiva en Angola podía ser negativa cuando se hacia la prueba en Australia; o una persona que era negativa en Canadá podía resultar positiva cuando se hacia la prueba en Francia como se explico en detalle en la revista Continnum de Londres de 1995.
Aún más vergonzoso, cuando la misma muestra de sangre era chequeada con Western blot en 19 laboratorios diferentes, se obtuvieron 19 resultados diferentes como lo describió Lundberg en 1988 (hace 23 anos).
Lo anterior era debido a que cada laboratorio y en cada país se requería un número diferente de bandas o anticuerpos, supuestamente pertenecientes al VIH, para interpretar como positiva una prueba de Western blot: cada país exigían tres, cuatro, cinco o 6 de las 12 o 15 bandas detectadas. Pero con el tiempo las entidades internacionales de la Salud Pública como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control de Enfermedades de Los Estados Unidos (CDC) decidieron arbitrariamente el mismo número de bandas necesarias para interpretar como positiva una prueba de Western blot. Nunca han dicho cual era el significado de las otras bandas detectadas en el Western blot. Cómo sabían cuáles eran antígenos del VIH y cuáles no?
Hoy las personas seropositivas muy probablemente lo continuaran siendo en todos los países.
Tampoco son reproducibles los resultados de la "prueba de Carga Viral del VIH". Esto se puede ver en los amplios rangos de variabilidad que se aceptan en los controles de calidad por las compañías que fabrican y comercializan los reactivos para esta prueba. Por ejemplo, Roche acepta como control bajo, un rango entre 630 y 10.000 copias por ml, y como control alto, un rango entre 80.000 y 720.000 copias por ml. (Lot # G05466) (Roche, Amplicor HIV-1 Monitor test Lot # G1333, caduca octubre 2006). Lo más importante de todo es que los problemas con la falta de un estándar de oro para la "infección por VIH" también se aplican a la evaluación de la especificidad de la PCR o prueba de Carga Viral.
En consecuencia, la especificidad de la prueba de Carga Viral para el VIH no ha sido nunca definida adecuadamente y, por tanto, todos los resultados positivos de Carga Viral son todos falsos positivos para VIH.
4) En Serología Clínica, la Sensibilidad se define como “La habilidad de una prueba para detectar TODOS los verdaderos positivos” y La Especificidad se define como “La habilidad de una prueba para detectar SOLO a los verdaderos positivos”. En tal sentido las pruebas de ELISA y de Western blot “para VIH” no son NI SENSIBLES NI ESPECIFICAS para detectar verdaderos positivos al VIH.
Las pruebas serológicas para virus, bacterias, hongos y parásitos VERDADEROS son todas pruebas INDIRECTAS que pueden solamente sugerir infección pasada o reciente con el agente infeccioso en cuestión, agentes infecciosos que han sido aislados y purificados sin ninguna duda.
La única prueba DIRECTA o “Estándar de Oro” para detectar un agente infeccioso, es la detección o aislamiento DIRECTO del agente infeccioso mismo.
No existe ninguna prueba directa para detectar al VIH, simplemente porque ese supuesto agente no existe, si existiese, la tecnología actual ya lo hubiera aislado y purificado.
5) Muy similar a lo que ocurre con “VIH” ocurre con la llamada Hepatitis C: sus pruebas serológicas (ELISA y RIBA) no son ni sensibles ni especificas para detectar anticuerpos contra el virus de la hepatitis C, simplemente porque como ocurre con el SIDA, el virus de La hepatitis C jamás se ha demostrado que sea un virus verdadero. Por tanto una persona que resulte positiva en las mal llamadas pruebas para hepatitis C no se puede decir científicamente que este infectada con “el virus de la hepatitis C”.
Pero de ahí a afirmar que ser positivo en las pruebas para Hepatitis C, no indique nada, hay una distancia técnica larga.
Los anticuerpos detectados en pruebas serológicas para Hepatitis C, no indican infección pasada o reciente con un virus inexistente, pero lógicamente, su presencia indica algo: el sistema inmune ha producido esos anticuerpos en respuesta a algo nocivo, de lo contrario no podrían ser producidos.
Además hay una diferencia clínica clara entre personas seropositivas y seronegativas para “hepatitis C”: los seropositivos para hepatitis C mucho más frecuentemente presentan alteraciones hepáticas que pueden llegar incluso a cirrosis o a tumores hepáticos.
Por lo tanto, el hecho de no existir el virus de la Hepatitis C, no es justificativo para interpretar que ser seropositivo en pruebas serológicas para Hepatitis C, no indique nada.
6) Existen muchísimas pruebas serológicas para virus, bacterias, hongos y parásitos. Por ejemplo hay pruebas serológicas para sarampión, polio, rubéola, viruela, paperas, CMV, hepatitis A y B, ántrax, brucelosis, tularemia, tosferina, campilobacter, estreptococos, salmonelosis, sífilis, amibiasis, leishmaniasis, tripanosomiasis, filariasis, toxoplasmosis, histoplasmosis, paracoccidioidomicosis, blastomicosis, criptococosis, para mencionar algunas.
Sin embargo, las pruebas serológicas para los agentes anteriores son todas pruebas INDIRECTAS, que solamente pueden SUGERIR infección pasada o reciente con esos agentes infecciosos VERDADEROS.
Pero además, ninguna prueba serológica para agentes infecciosos VERDADEROS es 100% especifica, pues ellas pueden algunas veces resultar positivas al detectar lo que se conoce en inmunología como “Anticuerpos Cruzados”. En ocasiones esas pruebas serológicas detectan anticuerpos contra antígenos de “otras cosas” que nada tienen que ver con el agente infeccioso en cuestión: son las llamadas reacciones “falsas positivas” para tal o cual agente.
Por ejemplo, las personas con gran cantidad de auto anticuerpos (anticuerpos contra los propios tejidos), como ocurre en Lupus Eritematoso y en otras enfermedades autoinmunes, pueden resultar positivas en pruebas serológicas para sífilis, sin tener sífilis. En estas personas con enfermedades autoinmune esas pruebas para sífilis, lógicamente no necesariamente detectan sífilis, pueden frecuentemente ser “falsas positivas para sífilis” pero están detectando auto anticuerpos, producidos por el sistema inmune en condiciones anormales. En serología eso se debe a que los auto antígenos y el Treponema palidum de la sífilis comparten epítetos antigénicos.
7) Similar a lo que ocurre en Lupus con pruebas de sífilis, ocurre con personas que resultan positivas en pruebas para VIH o para virus de la Hepatitis C, ellas no son positivas ni para VIH ni para virus de la Hepatitis C, ellas son falsas positivas para VIH y falsas positivas para virus de la Hepatitis C. Pero el resultar positivas, por alguna razón, están detectando anticuerpos que tienen que tener algún origen.
El sistema inmune sólo produce anticuerpos en respuesta a alguna amenaza externa o interna, causada por estrés químico, físico, biológico, nutricional y emocional o psicosocial.
Desde 1936, cuando Hans Selye escribió su primer artículo en la revista Nature, se sabe que el cuerpo responde prácticamente igual a diferentes formas de estrés.
Pero lógicamente los resultados de las respuestas al estrés varían de persona a persona y dependen fundamentalmente de la cantidad y calidad del estrés mismo pero más aún de la constitución corporal, emocional y espiritual del individuo, lo que Claude Bernard a finales del siglo XIX denominó “El Terreno”.
8) Cuando uno estudia la abundante información científica disponible sobre investigaciones acerca de macronutrientes, micronutrientes, radicales libres, agentes oxidantes y agentes antioxidantes en personas seropositivas (mal llamadas “VIH-positivos”) y en personas seronegativas, descubre que los seropositivos tienen una disminución significativa de agentes antioxidantes (vitaminas A, C, E, zinc, selenio, etc.), con relación a los seronegativos. Estos niveles bajos de antioxidantes en los seropositivos se deben a un consumo mayor de ellos para controlar niveles altos de oxidación.
Por lo tanto, hay suficiente información objetiva, a posteriori, para afirmar que las mal llamadas pruebas para VIH detectan INDIRECTAMENTE anticuerpos generados por sus sistemas inmunológicos durante respuestas a agentes estresantes (llamados por algunos investigadores: “agentes oxidantes”) de origen químico, físico, biológico, nutricional y mental o psicosocial (Respuestas al Estrés).
Por lo tanto en la persona seropositiva, similar a lo que sucede en cultivos de linfocitos humanos, el estrés de cualquier tipo hace que se liberen proteínas como respuesta al estrés, estas pasan a la sangre y el sistema inmune produce entonces anticuerpos contra esas proteínas y eso es lo que se detecta en las pruebas de ELISA y de Western blot para “VIH”. Esas pruebas detectan INDIRECTAMENTE estrés celular. Recordar que ese fenómeno es impedido en el laboratorio con agentes antioxidantes.
Acá es menester estudiar las publicaciones que muestran respuestas satisfactorias de seropositivos al ser tratados con agentes antioxidantes y citadas en mis artículos y publicaciones. La mayoría de esas investigaciones son realizadas por investigadores que defienden al VIH como Luc Montagnier. Además, investigaciones en Pune-India, Kenia y Rwanda muestran inclusive que para ser seropositivo se requieren niveles sanguíneos bajos de vitaminas y micronutrientes antioxidantes. Todas estas publicaciones han sido explicadas y referenciadas en mis artículos y libros.
Sugiero, a los que deseen entender esto, estudiar el documento que adjunte a mi respuesta a la “Carta Abierta” de algunos argentinos en marzo y titulado: “Algunas referencias científicas para profundizar en el estudio de la seropositividad en las mal llamadas pruebas para VIH”.
Las “pruebas para VIH” no detectan DIRECTAMENTE estrés ni oxidación, pero INDIRECTA y OBJETIVAMENTE están detectando respuestas al estrés y niveles de oxidación. Esto lo indicó primeramente Eleni Papadopulos en su publicación inicial de 1988 y por eso tantos científicos han sugerido e indicado el uso de antioxidantes en personas seropositivas.
9) De otro lado, las personas seropositivas en “pruebas para VIH” tienen un número suficiente de anticuerpos (detectados en esas pruebas), producidos por sus sistemas inmunológicos, que para producirlos en esa cantidad detectable por las pruebas, han tenido que estar activados y trabajando fuerte por períodos generalmente largos.
Si no tuviesen un nivel alto de anticuerpos serian seronegativos como lo demostré en Nueva York en 1998 en mi investigación con diluciones de sangre antes de hacer la prueba de ELISA: “Everyone reacts positive on the ELISA test for HIV” (puede leerse en mi página del Internet).
El trabajo normal o exagerado del sistema inmunológico genera radicales libres, principalmente agentes oxidantes, como se puede estudiar en múltiples publicaciones sobre Radicales Libres (Las referencias pueden verse en mis artículos y en mis libros).
10) Similar a lo que sucede con personas seropositivas para la denominada hepatitis C, las personas seropositivas en las mal llamadas “Pruebas para VIH” tienen mayor probabilidad de desarrollar las manifestaciones clínicas del SIDA y de otras enfermedades degenerativas que las personas seronegativas en esas pruebas. No se puede tapar el sol con las manos, es solo cuestión de estudiar las centenas de publicaciones científicas existentes al respecto.
Tampoco es saludable negar que activistas disidentes seropositivos, algunos que inclusive participaron activamente de Monarcas-Perú o que tuvieron un activismo más internacional, y que murieron jóvenes, lo hicieran infelizmente por causa del SIDA. El recordarlos, nos da valor y coraje para continuar la lucha en que ellos participaron, pero es absurdo y contraproducente intentar demostrar a toda costa que murieron de algo diferente a SIDA.
Negar que la seropositividad tenga un significado fisiopatológico importante es ponerse a riesgo (si se es seropositivo) o poner a otros seropositivos a riesgo de enfermar y de morir.
Pero estimados, como ocurre con cualquier asunto técnico, científico o de otro tipo que se estudie, debe existir por parte del lector o del estudioso un deseo de entender y comprender.
Sin cierto afecto y gratitud por el que escribe, no es posible entender. Ahora, si desde antes de leer ya hay prejuicios, rabia destructiva e ira contra el escritor, contra sus artículos y publicaciones y contra las personas e instituciones que aceptan sus puntos de vista; en lugar de entendimiento, estos despertaran rabia destructiva, ira, furia, como parece ser el caso con ustedes y con otras pocas personas que por algún motivo aún participan de Monarcas-Perú.
Es una lástima que su animadversión actual, no les permita entender estas verdades científicas. Qué triste que por sus sentimientos negativos no puedan celebrar la alegría que sentimos muchos cuando se nos informa de algunos seropositivos que ahora son seronegativos, ni que puedan sentir felicidad con esa luz de esperanza para el sufrimiento de las personas seropositivas, expuesta en el mensaje de Maria Grazia con “Buenas Noticias”. Es una verdadera lástima!
Pero, el odio solo crece donde alguna vez existió algo de amor.... No se puede odiar lo que no se amó...... La filosofía popular lo explica por ejemplo en la canción “Ódiame” tan bellamente cantada por Lucía Pulido…..
Toda acción del ser humano tiene una verdadera intención. Sus mensajes recientes pueden interpretarse como aparentes disculpas técnicas para verdaderas intenciones destructivas cargadas de ira y furia contra nosotros y contra lo que nosotros representamos.
Lo que se conoce popularmente como la “técnica del espejo” nos ensena que aquello que nos irrita de otros o de otras cosas, es precisamente aquello que no queremos aceptar en nosotros mismos.
Similarmente, desde los tiempos de Sigmond Freud, de Melanie Klein, de Franx Alezander, se sabe que la envidia, el narcisismo, la arrogancia, la soberbia (“Superego”) hacen que los seres humanos (sin excepción) proyecten en otros o en otras cosas, aquello que no quieren aceptar dentro de ellos mismos. El individuo proyecta su ira y su ódio contra el mismo, atacando a otros y a otras cosas; ocasionando (sin percibir) bloqueos energéticos, oxidando y acidificando sus tejidos y órganos y creando cambios endobióticos como lo explicó Antonio Béchamp, luego Gunther Enderline y recientemente Gaston Naessses. Este es un factor definitivo para la génesis de una inmensa cantidad de enfermedades orgánicas, psíquicas y sociales como lo explica magistralmente mi maestro el Dr. Norberto Keppe.
Los invito pues a echar mano de aquellos sentimientos de amor que en el pasado profesaron por nosotros, para humildemente interiorizar, concientizar su ira destructiva y regresar a usar su rabia constructiva para enfrentar con valor y coraje a los verdaderos enemigos. Si lo logran, sentirán felicidad y alegría al enterarse con las “Buenas Noticias” de que algunos seropositivos ya no lo son. Inclusive no necesitan aceptar mi interpretación sobre la seropositividad, es solo conseguir participar de la felicidad que sienten los que ya no tienen que cargar y sufrir el estigma personal y social de la seropositividad. No importa como interpretemos la seropositividad…….
Escribo estas líneas para aquellos que humilde y sinceramente deseen acercarse a las verdades científicas, para aquellos que deseen ayudarse a sí mismos y a sus semejantes.
Sin humildad nada es posible. De ustedes depende, sus ataques e intrigas por largo tiempo han llegado ya a niveles insalubres para ustedes mismos. Nosotros continuaremos nuestra labor en bien de los seropositivos del mundo.
Con sentimientos de aprecio y consideración,
Roberto Giraldo, M.D.
Pesquisador Independente da AIDS
Conselheiro para a Saúde Natural
Psicanalista pela
Sociedade Internacional de Trilogia Analítica - SITA
Departamento de Medicina Psicossomática Integral
Associação Stop a Destruição do Mundo
Av. Rebouças, 3819 - 05401-450
São Paulo - SP, Brasil
Tel: +55 11 3032-3616
www.robertogiraldo.com
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